NUEVA YORK._ Los padres de los dos niños dominicanos, Mia, de 13 y Christian de 5, que se salvaron de morir a balazos el jueves de la semana pasada cuando un pandillero disparó varias rondas hiriendo a un rival en El Bronx, dijeron ayer lunes que sus hijos están muy traumatizados por el incidente.
NUEVA
YORK._ Los padres de los niños dominicanos que se salvaron milagrosamente de
una lluvia de balas el jueves pasado en El Bronx, Christian y Diana, hablan
junto a sus hijos en la conferencia de prensa realizada en el estadio de los
Yankees ayer lunes 21 de junio 2021. (Fotos MLB / WPIX-11).
Ambos
pidieron a los medios no publicar sus apellidos.
En
el video de seguridad divulgado por la policía, se ve a un hombre con suéter
rojo cuando se abalanza sobre los niños, los cubre y se tira al asfalto con
ellos para evitar que fueran alcanzados por una de las balas.
El
padre dijo en la conferencia que ambos niños no pueden dormir, duplicando el
terrible momento que vivieron, además de los golpes que recibieron por las
caídas mientras escapaban de los plomos.
El
niño, llegó ante los reporteros con una
gorra de los Yankees y un bate con el logo de la novena que tiene sede en El
Bronx.
Previo
a la conferencia, el candidato a alcalde Eric Adams, el presidente del condado
de El Bronx, Rubén Díaz Junior (Rubencito) y el concejal dominicano en el distrito
10 del Alto Manhattan, se pronunciaron contra la violencia armada dando su
apoyo a la familia de los niños.
Adams,
dispuso de $2,000 dólares de los fondos de su campaña para aumentar la
recompensa de $3,500 de la policía para capturar al pandillero tirador.
Las
balas volaron a centímetros de los niños y el hombre que los protegió.
Desde
el lunes, el padre siempre acompaña al niño donde quiera que vaya.
"Los
niños tienen un montón de moretones", dijo. "Mi hija no puede mover
el brazo. Mi hijo tiene moretones por todas partes. Está traumatizado, no puede
dormir. Cuando escucha un ruido, se pone nervioso", relató el papá.
El
pandillero disparó cerca del edificio donde vive la familia en la avenida Sheridan a las 6:45 de la tarde el jueves
pasado.
El
pandillero, vestido de negro y enmascarado dejó herido con un balazo en la
espalda y otros en cada pierna a su objetivo de 24 años de edad.
Tratando
de escapar del ataque el herido corrió y derribó a los dos niños.
"Lo
que me pasó a mí, que mis hijos están vivos gracias a un milagro, gracias a
Dios, le podría pasar a cualquier otro niño, a cualquier otro padre o madre
esta situación", agregó el progenitor.
“Lo
vi todo en vivo desde mi ventana”, señaló hablando en español mientras agarraba
al menor. “Los niños fueron a la bodega a comprar dulces y cuando la niña se
iba, escuchó tres disparos. Corrió tras su hermano pequeño y fue a buscar
seguridad a la bodega”.
También
lamentó el aumento de los tiroteos en los cinco condados este año. “Por favor,
detengan esta ola de delincuencia en nuestras calles”. “Es un milagro que mis hijos estén vivos.
Gracias a Dios, pero le podría pasar a cualquier otro niño o padre".
La
madre anexó que sus dos hijos quedaron marcados para siempre por el incidente,
diciendo que viven en un apartamento en el primer piso.
“El
niño duerme encima de mí, la niña duerme a mi lado. Ni siquiera puedo ir al
baño. Ellos solo dicen papi, papi, papi”, expresó la mamá.
Diana,
dijo que el tirador pisoteó a los niños.
“Estaban
volviendo a casa, la persona corrió y chocó contra los niños y aunque cayeron
al suelo, siguió disparando", añadió.
Su
padre, mientras tanto, observó cómo su hija agarraba valientemente a su hermano
pequeño para protegerlo.
Christian
y Diana dijeron que también querían dejar en claro que sus hijos no tenían nada
que ver con las personas involucradas en el tiroteo.
“Somos
una familia honesta y trabajadora”, dijo el padre.
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