NUEVA YORK._ Los pandilleros Jowenky Núñez de 20 años de edad, Brian Hernández, 22, e Iyaury Rodriguez Rosario, 41, de la célula “Own Every Dollar” (Dueño de Cada Dólar) de la pandilla Los Trinitarios fueron acusados ayer miércoles por la policía de ejecutar de balazos en las nucas a los dominicanos Isael Cabrera y Richard Domínguez el 2 de julio 2020 en la avenida Sedgwick en El Bronx.
NUEVA
YORK._ Isael Cabrera y Richard Domínguez, ejecutados el 2 de julio
2020 en El Bronx de cuyos homicidios se acusa a tres pandilleros de una célula de Los Trinitarios. (Fuente externa).
La policía confirmó que los tres acusados son miembros activos de la referida pandilla que es una filial de Los Trinitarios.
Las
víctimas estaban sentadas en el asiento delantero de un carro Mercedes Benz modelo 2017 cerca de la autopista Major Deegan Expressway cuando los pandilleros se les
acercaron encapuchados y los ejecutaron con tiros en las cabezas.
El
trío de trinitarios no había sido capturado hasta que cayeron en una redada la
semana pasada en la que la DEA y policías locales detuvieron a 16 pandilleros
acusándolos de 90 cargos por asesinatos, intentos de asesinatos, drogas, armas,
atracos, robos y corrupción de pandillas, entre otros.
Los
investigadores dicen que Núñez conocía a Domínguez, desde que era niño, según dijo
una hermana de la víctima, Ana Domínguez añadiendo que el pandillero traicionó
a su hermano.
Relató
que el padre de ella y el ejecutado padre era amigo cercano del padre de Núñez.
“Él eligió a la pandilla”.
Una
amplia acusación federal vincula a la pandilla con 21 actos de violencia cometidos
entre 2018 y el 4 de marzo 2022.
Los
cargos incluyen cinco homicidios, una
docena de tiroteos y siete robos a mano armada, según el Departamento de
Justicia.
Núñez
era considerado el miembro más violento de la pandilla.
Los
fiscales federales lo acusaron de cuatro de los cinco homicidios y lo conectan
con 10 tiroteos, uno en la calle 136
Oeste en Harlem, Manhattan el 5 de julio de 2020, tres días después del doble
asesinato en El Bronx.
Domínguez,
de 30 años y Cabrera de 25, fueron
encontrados con balazos en las nucas después
que llamadas al 911 reportaran disparos en la avenida Sedgwick del vecindario
Highbridge en El Bronx a la 1:00 de la madrugada.
Cabrera,
que estaba en el asiento del pasajero estaba desplomado sobre la consola
central como si le estuviera dando la espalda al pistolero. En el exterior del
vehículo se encontraron numerosos casquillos de bala.
Las
dos fueron declarados muertos en la escena por los paramédicos.
Los
detectives creen que Domínguez y Cabrera fueron asesinados como parte de las rivalidades
de pandillas en Highbridge, pero no se confirmó de inmediato si Cabrera y
Domínguez pertenecían alguna pandilla.
La
hermana de Domínguez negó que él fuera miembro de alguna pandilla, sino que trabajaba en la
construcción, recordando que Núñez se refería a su hermano lo llamaba tío
cuando era niño.
“Él
no tenía nada que ver con las calles”, dijo Ana “Núñez tuvo problemas con el
otro tipo en el auto. ¿Porque tenían que matarlo, tenían que matar a mi hermano?”.
Domínguez
tenía tres hijos, dos en Nueva York y uno vive en Miami.
La
hermana lo describió como una persona increíble, padre maravilloso y muy buen
hermano.
La
madre de Domínguez tuvo que ser hospitalizada después de escuchar la noticia, al
sufrir un ataque.
Durante
la investigación de dos años de las ejecuciones fue transferida a los federales
que dirigían una investigaban una ola de asesinatos, extorsión y narcóticos de la
pandilla “Own Every Dollar”, que operaba en Washington Heights (Alto Manhattan)
y El Bronx.
Núñez,
Hernández y Rodríguez viven en el Alto Manhattan, según la policía.
“Estas
personas vivieron bajo un código brutal de violencia callejera, donde se
sacaron armas de fuego de manera imprudente y se dispararon
indiscriminadamente, donde se ignoraron vidas inocentes, donde las familias y
los vecindarios quedaron traumatizados y destrozados”, dijo la comisionada de
policía de Nueva York, Keechant Sewell, en un comunicado cuando la acusación
fue revelada el 2 de agosto.
"Era
un gran hijo, como mi madre está devastada", dijo Katie Domínguez, otra
hermana de la víctima en una entrevista con el noticiero Bronx News 12 antes de
que se anunciaran las acusaciones ayer miércoles.
"Una
gran parte de nuestra familia está como si se hubiera ido ahora", señaló.
Domínguez
tuvo tres hijos y una esposa llamada Cheryl, informó el medio.
Las
hermanas de Domínguez, Katie y Gissell, dicen que lo que sucedió simplemente no
tiene sentido porque él no tenía enemigos.
Katie
dice que el hijo mayor de su hermano, que tiene 10 años, no ha podido procesar
lo que sucedió. Ella dice que la familia todavía no sabe cómo explicárselo a
sus hijos más pequeños.
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