NUEVA YORK._ Un juez de la Corte Suprema Estatal en El Bronx, sentenció ayer jueves a cadena perpetua al dominicano Adonis Betances después de ser declarado culpable por un jurado en el juicio de apuñalar y quemar vivo al estudiante cristiano Winston Ortiz, también dominicano.
Según los fiscales, dijeron que Betances se dejó arrastrar por un ataque de ira porque él cuestionaba la diferencia de edades entre la víctima y su hermano, lo que había reclamado varias veces al estudiante al que amenazaba.
La
madre, el padre y los hermanos de Ortiz pidieron al juez que condenada a la
pena máxima a Betances, a lo que al magistrado accedió sentenciándolo de por
vida.
Betances
se negó a entrar a la sala del tribunal.
"Winston
Ortiz fue asesinado de manera tortuosa, apuñalado y luego incendiado mientras
aún estaba vivo, porque el acusado estaba molesto porque su hermana y Winston
habían tenido una relación", dijo la fiscal de distrito de El Bronx,
Darcel D. Clark en un comunicado.
"Será
recordado como un joven afectuoso y orientado a la familia y es insondable
pensar que lo mataron de una manera tan horrible", agregó Clark.
La
víctima de 18 años, Winston Ortiz, había estado saliendo con la hermana menor
de Betances, quien tenía 14 años cuando lo conoció en la iglesia.
Ortiz
era muy activo en su iglesia y había sobrevivido a un aneurisma cerebral.
"Él
nunca fue un peligro para nadie", dijo la afligida madre de Ortiz, quien
no pudo continuar dirigiéndose al tribunal.
Un
consejero de duelo terminó de leer la declaración sobre el impacto en la
víctima.
La
relación se había roto antes del ataque. Mientras agonizaba, Ortiz dijo a los
agentes de policía que acudieron al lugar que Betances le prendió fuego, en lo
que fue un ataque premeditado.
"El
acusado ha causado mucho daño y dolor a mi familia por lo que ha hecho y no ha
mostrado ningún remordimiento", dijo un familiar de Ortiz.
El
juicio fue particularmente desgarrador para la familia Ortiz, quienes vieron
las imágenes de la cámara corporal de la policía donde el adolescente moribundo
identificaba a su atacante y luego oraba pidiendo perdón.
La
familia Ortiz imploró al juez que dictara la pena máxima de cadena perpetua sin
posibilidad de libertad condicional.
"Él
no quiere redención", dijo William Ortiz, hermano de Winston. "Quiere
matar. Si lo liberan de prisión, lo volverá a hacer o algo peor. Temo por mi
vida. Temo por la vida de mi hermano pequeño. Temo por el resto de mi
familia".
Una
versión sostiene que Betances, de 26 años de edad y Ortiz, que tenía 18,
comenzaron a discutir acaloradamente en el pasillo donde lo apuñaló y luego le
roció gasolina y con un fósforo le prendió fuego al cuerpo.
La
policía dijo que Ortiz, estuvo luchando por su vida hasta sus últimos momentos,
pero que las heridas eran muy graves, por lo que sucumbió.
Betances,
vivía a cinco cuadras de la residencia de Ortiz.
Las
fuentes dijeron Betances entró en el edificio 10 minutos antes que Ortiz como
parte de un ataque planeado.
Ortiz
era un estudiante de excelencia en la escuela Metropolitan Lifehouse Charter
School, había estaba muy angustiado emocionalmente por la separación, agregó
Wilmer Ortiz, uno de sus hermanos.
Los
gritos del adolescente alrededor de las 3:00 de la tarde alertaron a los
vecinos que apagaron las llamas en el cuerpo de Ortiz con cubos de agua.
La
policía dijo que el estudiante fue apuñalado dos veces en la espalda y una vez
en el pecho y sufrió quemaduras en más del 90 por ciento de su cuerpo.
Betances
fue acusado por cargos de asesinato y homicidio.
Cuando
Betances salió del cuartel 44 el para ser llevado a su lectura de cargos, dijo
a los medios que había sido incriminado.
Los
investigadores dicen que el ataque ocurrió alrededor de las 3:00 de la tarde en
el edificio 1045 de la avenida Woodycrest
en el vecindario de Highbridge.
La
policía dijo que la discusión entre Ortiz y Betances condujo al asesinato y
tuvo lugar por la relación de Ortiz con la hermana de Betances. Esto llevó a
Betances a apuñalar a Ortiz varias veces antes de echarle gasolina encima y
quemarlo vivo.
La
fiscal dijo que si bien este es un momento difícil para la familia Ortiz,
confía en que convertirán este dolor en un propósito.
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