NUEVA YORK._ Jesús de la Cruz, un niño de origen dominicano de 6 años de edad, desapareció misteriosamente en la ciudad de Lynn, Massachusetts el 28 de septiembre de 1996.

Desde entonces, se mantiene una búsqueda activa por parte del FBI, la policía de Lynn y numerosas agencias de la ley y organizaciones que se dedican a esa tarea en todo Estados Unidos.

Ayer miércoles, al cumplirse 25 años y un día de su desaparición, las autoridades de Massachusetts anunciaron que la búsqueda del menor, que hoy tendría 27 años de edad, continúa pidiendo ayuda de las comunidades en Nueva Inglaterra para información sobre su paradero, pero ninguna pista ha sido obtenida por los investigadores.

El niño, hijo de Juan de la Cruz y Magdalena Rodríguez caminaba por la calle Park en Lynn, vistiendo camiseta blanca, jeans azules y botas marrones y amarillas de otoño cuando se esfumó.

Versiones que persisten de presuntos testigos y familiares sostienen que el muchacho habría secuestrado para llevarlo a la República Dominicana, Puerto Rico o a Nueva York.

Pero durante el cuarto de siglo que tiene desparecido, nada.

La policía interrogó al padre y a la madre y ninguno de los dos resultaron sospechosos ni involucrados en el caso, por lo que ambos fueron liberados.

El FBI mantiene  un cartel con una progresión de edad, que muestra cómo se vería Jesús ahora.

Los investigadores dicen que tiene una cicatriz sobre el ojo izquierdo y una marca de nacimiento en la pantorrilla izquierda y en el lado izquierdo de la frente.

Se han publicado imágenes con la posible evolución física del niño a lo largo de los años, pero nunca ha habido una pista o huella a seguir en el caso.

Jesús fue visto por última vez a las   6:00 de la tarde en el área de Commons de Lynn, Massachusetts, cerca de la residencia de su familia.

Arrastraba su bicicleta “Huffy” color rosado, porque se le habían pinchado dos llantas. Iba camino a su casa después de jugar en en el centro recreativo Bennett Circle.

Un amigo que estaba con él,  dijo a las autoridades que se les acercó un hombre caucásico (blanco) no identificado de unos veinte o treinta años con el pelo negro hasta los hombros. El hombre caminaba con un perro pastor, con un ojo blanco y el otro marrón.

Su amigo dijo que el individuo atrajo a Jesús prometiéndole una bicicleta nueva.

El niño nunca regresó a la casa y no se le ha vuelto a ver.

Estudiaba en la escuela primaria Connery en el momento de su desaparición.

Las autoridades identificaron al hombre que lo llamó como Robert C. Levesque, de 26 años, poco después de la desaparición de Jesús. El apartamento de Levesque fue allanado y los investigadores descubrieron cinta adhesiva y esposas. No se sabe si los artículos estaban relacionados con el caso de Jesús.

Levesque vivía a la vuelta de la esquina de la casa de Jesús en 1996. Tenía un perro que coincidía con la descripción del animal del presunto secuestrador en 1996, y su perro, llamado “Peaches” (Peras), fue encontrado en una de las siete direcciones que había dado como sus residencias recientes.

Llamó enfermo a su trabajo la noche de la desaparición de Jesús y fue arrestado.

Fue acusado de violación de la libertad condicional por delitos relacionados con vehículos motorizados y posesión de propiedad robada a mediados de octubre de 1996.

Nunca ha sido acusado en relación con la desaparición de Jesús.

El Departamento de Servicios Sociales de Massachusetts (DSS) acusó a la madre de Jesús, Magdalena Rodríguez  de negligencia semanas después a la desaparición de su hijo. La agencia dijo que Rodríguez no denunció la desaparición del niño hasta la medianoche del 28 de septiembre, seis horas después de su aparente secuestro.

Se especuló que Jesús fue secuestrado como resultado del uso de drogas por miembros de su familia. Rodríguez negó haber actuado mal y sostuvo que las acusaciones eran por racismo contra los hispanos.

Algunos afirmaron que lo habían llevado a Puerto Rico, Nueva York o República Dominicana como parte de un trato para mantener a la madre fuera de problemas no especificados.

El padre fue acusado de abusar del niño y amenazar con secuestrarlo para quitárselo a la madre antes de la desaparición, pero las autoridades declararon que Juan estaba en casa cuando su hijo desapareció.

El papá nunca ha sido acusado en relación con el caso.

Informaciones dadas a las autoridades por personas que dijeron haberlo visto en diferentes estados nunca han sido confirmadas.