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RESUMEN



La JCE RD cumplió con exitoso montaje de elecciones municipales, presidenciales y congresuales 2024; consolida confianza de votantes y sociedad por transparencia en proceso; partidos fallaron en convocatoria Policías de sanidad azotan con excesivas multas a pequeños comerciantes del Alto Manhattan


Policías de sanidad azotan con excesivas multas a pequeños comerciantes del Alto Manhattan



NUEVA YORK._ Policías del Departamento de Sanidad (Sanitation) de la ciudad, están azotando a docenas de pequeños y medianos comerciantes, cuyos negocios están situados en el Alto Manhattan, y en su mayoría son dominicanos.

NUEVA YORK._ Angel, uno de los encargados del restaurante trata de convencer al oficial de sanidad para evitar la multa. A la derecha, la “basurita” en el contén, que justificó la injusta multa al negocio. (Fotos Miguel Cruz Tejada).
Este reportero, fue testigo ayer jueves en la tarde, de uno de esos casos, cuando un oficial de apellido Dolie y caucásico, llegó al restaurante “Marilú & Daisy” en el 601 de la avenida Audubon, entre calles 175 y 176, multando al negocio de características familiares y tipo fonda, por supuesta basura acumulada, pero el desperdicio no estaba visible, porque el frente, desde la puerta de entrada hasta la línea de la calzada, que es el espacio que corresponde mantener limpio a los comerciantes, estaba totalmente barrido y despejado.

Aún así, el oficial alegó que una lata de soda (refresco), una caja vacía de jugo con un sorbeto dentro y un papelito que estaban en la franja de la avenida, le pertenecía al establecimiento.

El restaurante, en el que reina un ambiente familiar, con excelente servicio, comida criolla con sabor hogareño y con atenciones envidiables, es parte de un esfuerzo familiar de honestos y fajadores inmigrantes dominicanos, que vinieron también en busca del llamado “sueño americano”, pero que cada vez que ocurren situaciones como esta, es truncado por la tozudez de policías como el mencionado.

Ante las explicaciones de Angel, uno de los encargados del restaurante, quien le recalcó al policía que esa “basurita” no había salido del negocio y que fue tirada allí por alguien, el agente de todos modos prosiguió con el proceso de la multa.

Hizo caso omiso de los argumentos de Angel y hubo un momento en el que se comportó indiferente, como el que no quiere o no le interesa escuchar la defensa del otro.

Finalmente y a pesar de que el mismo oficial, vio con sus ojos el escenario, dispuso de la multa que es de $100 dólares.

Eso, pese a que Angel le mostró también una bolsa plástica negra que el negocio colocó en la calzada para que quienes se sientan en la calzada, la usen y no tiren los desperdicios en la acera ni la calle.

Minutos antes de que el agente saliera del restaurante, donde había entrado para supervisar el funcionamiento, un adicto de la zona, comenzó a lanzar gritos insultantes, sin especificar contra quien, tomó varias cajas vacías de cartón de un deli, ubicado al lado del restaurante y las tiró por toda la calzada.

Cuando Angel, le mostró eso al agente, este dio la espalda, se plantó frente al restaurante, como buscándole una “quinta pata al gato” para justificar multas y luego insistió en que la basura que nunca salió del restaurante, merecía una multa y que los propietarios de “Marilú & Daisy”, eran los responsables de pagarla.

Lo verificado en ese restaurante, es una tendencia generalizada por parte de oficiales de la aplicación de la ley de las agencias de la ciudad del estado.

Docenas de pequeños y medianos comerciantes, se quejan cotidianamente por lo que califican de “medidas represivas, coercitivas y de presión” por órdenes de la alcaldía.

Llamaron al concejal del distrito 10 a trabajar con ellos y las autoridades municipales para evitar que el alcalde Bill de Blasio, los siga utilizando como “una alcancía predilecta” para recaudar dinero a costa de la injusticia.







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 La Plaza Duarte en el Alto Manhattan sigue siendo refugio de adictos, indigentes y desaprensivos



 

NUEVA YORK._ La plazoleta Duarte Square situada en el centro de las avenidas Broadway y Saint Nicholas y la calle 170  en el Alto Manhattan sigue siendo refugio de adictos, indigentes y desaprensivos sin que las autoridades ni los oficiales electos dominicanos hagan nada para controlar el espacio que rinde tributo a Juan Pablo Duarte y Diez, fundador de la República Dominicana. (Fotos Miguel Cruz Tejada)