NUEVA YORK._ El psicólogo dominicano y especialista en salud mental, Henry Montero Tapia radicado en esta ciudad, advirtió que la violencia contra la mujer que se verifica en todo el mundo, especialmente en la República Dominicana tiene un impacto devastador en las personas, las familias y las comunidades.
NUEVA
YORK._ El psicólogo dominicano Henry
Montero Tapia afirma la violencia contra la mujer tiene impacto devastador en
personas, familias y comunidades. (Fuente externa).
“Más
allá del impacto directo en la víctima, también puede causar efectos dominó que
se extiendan a sus seres queridos y a la sociedad en su conjunto”, añadió el
especialista.
“Las
mujeres que sufren violencia pueden tener dificultades para acceder a la
atención médica, la educación y otras necesidades básicas. También pueden
sentirse aislados y desconectados de los demás, lo que dificulta entablar
relaciones saludables o participar en actividades productivas”, explicó.
Señaló
que esa violencia también puede conducir a una disminución de las oportunidades
económicas y una disminución de la calidad de vida.
“Además,
la violencia contra las mujeres perpetúa el ciclo de desigualdad de género y
refuerza estereotipos nocivos que restringen la autonomía de las mujeres y
socavan sus derechos. Socava el progreso logrado hacia la igualdad de género y perpetúa
el ciclo de la pobreza”, agrega.
“El
verdadero impacto de la violencia contra la mujer es inconmensurable, pero está
claro que los efectos son profundos y de largo alcance”, reveló.
Sostuvo
que para combatir la violencia contra las mujeres, la sociedad debe trabajar
para romper el ciclo de la violencia de género y priorizar la protección y el
empoderamiento de ellas y las niñas.
“Esto
requiere una acción colectiva y un enfoque integral que incluya la prevención,
el apoyo a los sobrevivientes y el enjuiciamiento de los perpetradores. En
última instancia, todos debemos trabajar juntos para crear un mundo donde todas
las mujeres sean respetadas, valoradas y seguras para vivir sus vidas al
máximo”, subraya el especialista.
“Golpear
a una mujer puede tener un impacto sustancial en su salud
psicológica. Las
mujeres que han experimentado abuso físico o emocional pueden desarrollar una
variedad de síntomas psicológicos, que incluyen depresión, ansiedad y trastorno
de estrés postraumático. Estos síntomas pueden ser duraderos y potencialmente
podrían afectar todas las áreas de la vida del individuo”, indicó Montero
Tapia.
“Las
mujeres maltratadas también pueden experimentar sentimientos de vergüenza,
culpa y baja autoestima, pueden sentirse aisladas e impotentes, temerosas de
pedir ayuda o de abandonar la situación abusiva”, expuso.
“Algunas
mujeres incluso pueden desarrollar una forma de síndrome de Estocolmo, en el
que se apegan emocionalmente a su abusador, lo que les dificulta escapar y
buscar ayuda”, reseñó.
Puntualizó
que las mujeres que han sufrido maltratos
pueden tener dificultades para entablar nuevas relaciones, lo que puede afectar
aún más su salud y bienestar psicológicos.
“Pueden
tener problemas de confianza y temer ser lastimadas nuevamente, lo que genera
dificultades para formar relaciones íntimas. Esto también puede afectar las
relaciones profesionales y sociales, limitando sus oportunidades de crecimiento
y éxito”, señaló.
“Es
importante reconocer el impacto psicológico del maltrato en las mujeres. Las
personas que han sido maltratadas pueden necesitar una variedad de recursos y
apoyo profesional para procesar sus experiencias y comenzar a sanar”, refirió
el psicólogo.
Dijo
que los grupos de consejería, terapia y apoyo pueden ser útiles para abordar
los efectos psicológicos del maltrato y proporcionar a las personas las
herramientas que necesitan para seguir adelante con sus vidas.
Uno
de los casos sonoros más recientes en la República Dominicana es el de Amelia
Alcántara, modelo, presentadora de televisión y comunicadora quien después de
que se difundiera un video en las redes sociales en el que aparece su marido
supuestamente maltratándola, negó la versión afirmando que ella no es víctima
de nada ni de nadie, por lo que podría estar sufriendo del Síndrome de
Estocolmo.
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