NUEVA YORK._ El juez Martin Marcus de la Corte Suprema Estatal en El Bronx, condenó ayer miércoles al hispano José González a cadena perpetua sin derecho a fianza por el brutal asesinato de la paramédica boricua Yadira Arroyo Rosado y herir a la colega de la víctima después de robar la ambulancia que ambas abordaban respondiendo a una emergencia el 16 de marzo 2017 en la avenida White Plains de ese condado.
NUEVA
YORK._ José González, sentenciado ayer
miércoles en El Bronx por el asesinato en 2017 de la paramédica boricua Yadira
Arroyo Rosado. (Fuente externa).
González, quien tenía 31 arrestos previos antes de matar a la paramédica, madre de 5 hijos y que llevaba 14 años en el Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), se mantuvo riéndose desde que fue arrestado por policías que lo interceptaron cuando intentaba escapar de la escena del crimen en la ambulancia.
Antes
de ser sentenciado mostró un pedazo de papel enganchado en las esposas que dice
“En memoria de FDNY EMT Y. Arroyo", y se disculpó con la familia leyendo
una breve declaración en la que pidió perdón a la familia de la víctima.
"Nunca
supe lo que estaba pasando", dijo González. "Nunca quise lastimar a
nadie. Estaba intoxicado (drogado). Fue un accidente. Lo siento. Por favor,
perdóname".
Su
súplica no conmovió al juez que lo envió de por vida a la cárcel y sonrió
cínicamente cuando el magistrado le
cantó la sentencia calificando el
asesinato de extraordinariamente brutal.
Unos
200 de los familiares y colegas del FDNY de la difunta que llenaron la sala del
tribunal estallaron en aplausos cuando el juez leyó la sentencia.
"Es
simplemente imposible exagerar la naturaleza horrible del crimen", le dijo
el magistrado a González mientras el asesino sonreía.
"Mientras
se aferraba a la puerta tratando de sacarte
del asiento del conductor, arrojaste la ambulancia en reversa haciendo que ella
cayera debajo de ella", añadió el juez.
"Mientras
conducías hacia atrás y hacia adelante y girabas, los neumáticos la
atropellaron repetidamente y aplastaron su cuerpo hasta que se partió por
debajo, y se quedó sin vida en la intersección", sostuvo el magistrado.
Una
tía de la paramédica, leyó un mensaje de
la madre de Arroyo, Leida Acevedo Rosado, leyó una declaración en la que relató
lo que González le robó a ella y a sus nietos.
"Dejaste
a cinco niños sin madre, el pequeño tenía solo siete años", dijo en el
mensaje a la corte.
"¿Cómo
le explicas a un niño que su mamá nunca volverá a casa?, que ella nunca podrá
enjugar sus lágrimas y abrazarlo cuando tenga miedo?, que ella nunca, nunca
podrá consolarlo cuando no se sienta bien y nutrirlo cuando necesite
amor?", le preguntó la madre al asesino.
"Todo
lo que tiene en este momento es un vago recuerdo de ella", escribió
Rosado. "No habrá más días festivos, ni cumpleaños, ni graduaciones, ni
caminar a ninguno de sus hijos por el altar".
González
fue declarado culpable en febrero de este año por un jurado de asesinato en primer grado.
Arroyo
y su pareja de ambulancia, la también paramédica Monique Williams, se dirigían
a una escena de emergencia para socorrer a una mujer embarazada cuando un automovilista
que pasaba les indicó que alguien viajaba guindado en el parachoques de la
ambulancia, y era González, testificó Williams en el juicio.
La
ambulancia se movía por la avenida por
White Plains Road a las 7:00 de la noche del 16 de marzo 2017, y se detuvo para
investigar.
Fue
entonces cuando González corrió alrededor de la plataforma y saltó detrás del
volante.
Arroyo
y Williams se defendieron, tratando de sacar al hombre supuestamente
enloquecido por el PCP del asiento del conductor.
Williams
relató que Arroyo al notar a González dentro de la ambulancia, grito “Oh Dios,
no…!”.
Narró
que González pateó la ambulancia en marcha incluso mientras luchaba contra las
dos paramédicas que trataban de expulsarlo hacia afuera.
Otro
testigo de la fiscalía expuso que
González revirtió la ambulancia, golpeó un automóvil y luego se tambaleó hacia
adelante en una intersección.
Fue
entonces cuando Arroyo cayó bajo las ruedas. "La perdí de vista",
dijo Williams, quien se retiró del FDNY el día del asesinato. "Cuando
comenzamos a avanzar, sentí que caía debajo de nosotros".
Arroyo
estaba inmóvil en el suelo. La paramédica murió en el hospital a causa de sus
heridas.
Un
video de vigilancia presentado por la defensa mostró a González caminando hacia
la puerta del lado del conductor, la abrió y entró pero un vehículo SUV que
pasaba cerca oscureció la imagen de Arroyo cayendo antes de que la plataforma
comenzara a moverse.
Un
oficial de policía de la Autoridad Metropolitana de Tránsito (MTA) fuera de
servicio vio a González arrastrar a
Arroyo antes de estrellarse contra un bloque de nieve, dijeron los fiscales.
Cuando
González trató de huir, el oficial lo abordó y lo esposó con la ayuda de varios
civiles.
La
madre de Arroyo, dijo en su declaración que se negó a albergar odio en su
corazón.
"Si
te odio, te mantendré aquí", escribió Rosado.
"Y
no hay lugar en mi corazón para ti. Este lugar pertenece a Yadira y solo a
ella. Necesito perdonarme por no odiarte. Mi lucha ahora está con Dios",
agregó Rosado.
El
juez dijo que consideró el argumento de la defensa de que González estaba
drogado con PCP en ese momento y no tenía la intención de matarla, pero la
sentencia máxima aún estaba justificada.
La
comisionada de bomberos Laura Kavanagh dijo en un comunicado que está
agradecida de que González nunca vuelva a caminar por las calles.
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