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RESUMEN


El juez republicano en Texas J. Campbell Barker suspende el programa Parol in Place que daría residencia a miles de cónyugues de ciudadanos americanos aprobado por Biden
La justicia debe imponerse con transparencia y equidad sobre los corruptos de ODEBRECHT

La justicia debe imponerse con transparencia y equidad sobre los corruptos de ODEBRECHT







NUEVA YORK._ Huelga desplazarse en los detalles y los procesos que todos conocemos sobre el caso ODEBRECHT en la República Dominicana.

En la patria que adoramos desde la distancia, los espectáculos mediáticos, la ridiculez de muchos gobiernos, la manipulación de fiscales y los jueces sobornados, se ha convertido en pan nuestro de cada día. 

De ahí, que la credibilidad de un sistema jurídico, que no hace respetar los marcos morales, éticos y transparentes, con que debe ejercerse, siga en el piso y aumenta con docenas de sonados casos, cuyos desenlaces no se sabe cuándo van a llegar, a pesar de las abrumadoras evidencias. 

Se trata, de una especia de club de la jurisprudencia a todos sus niveles, donde aquellos abogados que otrora, ganaron resonancia y respaldo popular por sus conductas intachables, ya desaparecieron. 

La degradación moral que arropa a la sociedad dominicana en todos sus entornos, comienza en los hogares, porque ahí, es donde tienen que bien formarse los hombres y mujeres de bien, si es que queremos, fuera de hipocresía y demagogia un cambio estructural que debe comenzar por su base de sustentación que es la familia, el primer núcleo de toda sociedad. 

Pero encima de eso, enfrentamos vanidad ligada a la falta de voluntad de quienes manejan el poder y sus instancias, y el mal no es nuevo. Prevalece desde hace décadas. 

La competencia entre pobres que quieren ponerse al mismo nivel de los ricos, de los ricos que quieren llegar a millonarios, los millonarios que buscan ascender a multimillonarios y magnates, marca esa degradación moral social, como un estigma permanente. 

Lo que estamos viendo en el caso ODEBRECHT, es parte visible de esa marca y desde el principio, se vio que el show mediático estaba montado desde hacía algún tiempo y que la manipulación sistémica que debe terminar. 

Sin importar que caiga quien caiga, y no tengo que mencionar nombres, la justicia dominicana tiene que actuar drásticamente y con suficiente transparencia, para comenzar a poner en su lugar a cada corrupto e iniciar el proceso de recuperar en algo, su machacada credibilidad. 

Por ello, la República Dominicana no sale de una y somos líderes casi en todas las casillas de estadísticas mundiales, con lo más negativo que se pueda colegir en todas las esferas del país. 

Pienso, sin pretensiones de radical, que la palabra putrefacción le quedaría corta al tinglado que maneja y controla. 

Tenemos una “justicia” que no conoce la palabra “igual para todos” y que se inclina cotidianamente hacia los poderosos, mientras los más pobres, siguen traumados y frustrados ante la enorme desesperanza que los abate. 



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 La Plaza Duarte en el Alto Manhattan sigue siendo refugio de adictos, indigentes y desaprensivos



 

NUEVA YORK._ La plazoleta Duarte Square situada en el centro de las avenidas Broadway y Saint Nicholas y la calle 170  en el Alto Manhattan sigue siendo refugio de adictos, indigentes y desaprensivos sin que las autoridades ni los oficiales electos dominicanos hagan nada para controlar el espacio que rinde tributo a Juan Pablo Duarte y Diez, fundador de la República Dominicana. (Fotos Miguel Cruz Tejada)