NUEVA YORK._ A días de la ejecución de Lisa Montgomery, segunda mujer ejecutada por inyección letal desde hace 67 años en la cárcel federal de Terre Haute, Indiana, el congresista dominicano Adriano Espaillat sometió un proyecto de ley para abolir la pena capital en Estados Unidos, diciendo que la pena de muerte es una reliquia cruel del pasado.
NUEVA
YORK._ El congresista Espaillat somete un proyecto de ley para abolir la pena
de muerte en Estados Unidos a días de la ejecución de Lisa Montgomery en
Indiana, el miércoles 12 de enero 2021.
(Fuente externa).
Espaillat
somete proyecto de ley para abolir pena de muerte en EEUU a días de la
ejecución de una mujer en Indiana
Montgomery fue ejecutada a las 1:32 de la madrugada del miércoles 12 de enero 2021 al ser hallada culpable por el asesinato de una niña.
La
primera mujer ejecutada en la silla eléctrica
en Estados Unidos, fue Martha M. Place, el 20 de marzo de 1899, después
de ser condenada a morir por el asesinato de su hijastra Ida Place.
“La
pena no debería tener lugar en nuestra sociedad”, dijo Espaillat que representa
el distrito 13 de Nueva York en la Cámara de Representantes.
“Un
gobierno no debería tener el poder de quitarle la vida a otra persona, y la
pena de muerte es un sistema profundamente defectuoso e inherentemente
injusto”, añadió Espaillat.
“La
pena de muerte es fundamentalmente racista, y sus raíces se remontan
directamente a la terrible historia de linchamientos en los Estados Unidos. Más
del 42 por ciento de los condenados a muerte y el 34 por ciento de los
ejecutados en Estados Unidos son negros, pero solo el 13 por ciento de la
población estadounidense es negra. Además, los condenados por matar a víctimas
blancas tienen diecisiete veces más probabilidades de ser condenados a muerte
que si la víctima fuera negra. Las disparidades raciales en la pena de muerte
son intolerables y debemos enmendar este legado racista de nuestro sistema de
justicia penal", sostuvo Espaillat.
“La
vida humana es invaluable, y toda vida humana es sagrada. Sin embargo, la pena
de muerte olvida un principio fundamental de la humanidad: los seres humanos
pueden cambiar. Los seres humanos tenemos una inmensa capacidad para aprender,
sanar y crecer”, precisó.
Dijo
que ejecutar a alguien niega ese principio y no ofrece una vía para que una
persona crezca. “Una persona no se define por la peor decisión que tomó, pero
la pena de muerte solo ve la vida de alguien a través de este lente estrecho.
Y, sobre todo, socava la visión central sobre la que se fundó esta nación. Me
enorgullece presentar esta legislación y creo que es un paso fundamental hacia
una sociedad más moral, equitativa y justa para todos los estadounidenses”,
concluyó.
El
proyecto legislativo de Espaillat es
respaldada por más de 200 organizaciones en todo el país, entre ellas, NAACP,
ACLU, Amnistía Internacional de Estados Unidos, Asociación Nacional de Abogados
de Defensa Penal, Proyecto Inocencia, National Black Justice Coalition,
Southern Poverty Law Center, Coalición Nacional para Abolir la Pena de Muerte,
Acción contra la Pena de Muerte, Proyecto de la 8va. Enmienda, Centro Brennan
para la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York,
Comité de Amigos en la Legislación Nacional, Instituto de Justicia Vera, Centro
de Acción Religiosa de Reforma del Judaísmo, Centro Sur de Derechos Humanos,
Consejo Judío para Asuntos Públicos, Equal Justice USA, Conservadores
Preocupados por la Pena de Muerte, Grassroots Leadership y Drug Policy
Alliance.
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