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NUEVA YORK._ La dominicana Elizabeth Cruz Tejada, nativa de Moca, toca la cacerola desde su ventana en un edificio de la avenida Audubon en el Alto Manhattan en gratitud al personal de salud que enfrenta el COVID-19 en la ciudad. (Fotos Miguel Cruz Tejada).
Las cacerolas, cuyo sonido retumba en los centenarios edificios construidos en su mayoría después de la gran depresión de los años treinta y posterior a la Segunda Guerra Mundial, usando también shet rack, una especie de cartón piedra fofo y pisos de madera, comienzan a ser tocadas a las 7:00 en punto de cada noche y la ceremonia dura cinco minutos.
Muchos niños, también se anexan a la gratitud, mientras los escasos conductores que transitan en las inmediaciones suenan las bocinas de sus vehículos.
Es un momento emotivo que también hace llorar a muchos, al menos, los más sentimentales.
La comunidad que se vio azotada hace tres semanas por el pico del COVID-19 con cientos de contagiados y numerosos muertos, reconoce con el tradicional toque de las “pailas” y otras vasijas, el arriesgado trabajo de los galenos, enfermeras, paramédicos y demás trabajadores de salud, como los que hacen la limpieza en los nosocomios, que son informados sobre la cantidad internados, en cuidados intensivos y cuantos mueren diariamente.
María Tavares, ahora en pausa de su trabajo como cocinera en un restaurante del Alto Manhattan, dijo que ella se llena de emoción cuando escucha los cientos de cacerolas.
Ese gesto, también es usado en la República Dominicana y otros países de América Latina, para expresar las protestas de los pueblos contra sus gobiernos o el desacuerdo con medidas restrictivas de sus presidentes.
Rafael Mercado, vendedor ambulante de “frío frío”, en primavera y verano, señaló que aunque no puede trabajar por la pandemia, agradece a los doctores, el enorme trabajo que están haciendo para tratar prácticamente “a mano limpia” en muchos hospitales y salvar a sus pacientes.
Los cacerolazos de los dominicanos, se van convirtiendo en un rito nocturno, entrada la noche de cada día, y la mayoría asoma sus cabezas por las ventanas como llamando a los vecinos, transeúntes y choferes a unírseles.
Muchos médicos, se han mostrado satisfechos y motivados por el gesto de apoyo.
Otra dominicana que se mantiene atenta al ritual es Elizabeth Cruz Tejada, nativa de Moca y con décadas residiendo en Nueva York.
Ella es una también una ex trabajadora de salud que cuidaba adultos mayores (Home Atender) y está retirada.
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NUEVA YORK._ La indigencia que pulula en las calles de la ciudad refleja una estampa del subdesarrollo en la primera potencia del mundo que se verifica cotidianamente especialmente en sectores empobrecidos. En la foto, un indigente duerme en la cuadra de las calles 176 y 175 en el Alto Manhattan. (Foto Miguel Cruz Tejada / 12/12/2021).




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Donald Trump, saldrá de la Casa Blanca el 20 de enero 2021 con una imagen parecida a esta, con el lienzo que durante cuatro años pisoteó violando su propio juramento y la constitución para convertir a Estados Unidos en una vergüenza para el mundo. I see you never.
NUEVA YORK._ Estos inmigrantes siguen confinados en una cárcel de Texas a pesar del alto riesgo de morir contagiados por COVID-19.





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