NUEVA YORK._ Sergia Acosta y su hija Ana María Martínez, de 76 y 58 años de edad quienes eran inseparables fueron asesinadas a puñaladas el sábado en el apartamento donde vivía la progenitora en el edificio 1060 de la calle Main en la ciudad de Worcester en Massachusetts.
NUEVA
YORK._ Sergia Acosta y su hija Ana María Martínez, asesinadas el sábado a
puñaladas en Worcester, Massachusetts por lo que la policía busca a William
Rodríguez como “persona de interés” para ser investigado. (Fuente externa /
Policía de Worcester).
La policía dijo ayer lunes que está buscando al ex convicto fugitivo William Rodríguez a quien los investigadores clasifican como “persona de interés” para ser investigado sobre el doble homicidio.
Hasta
el momento, Rodríguez no ha sido acusado formalmente pero la uniformada cree
que él fue quien mató a ambas mujeres.
La
familia de las víctimas también cree que Rodríguez, condenado a entre 20 y 10
años de cárcel en octubre 2007 por el asesinato de su ex esposa fue quien mató
a las dominicanas.
La
nieta de Acosta y sobrina de Martínez, Génesis
Berríos dijo que el prófugo estaba enamorado de su tía, pero ella lo rechazaba
lo que pudo haber sido el motivo de los asesinatos.
El
homicida usó un cuchillo que la policía encontró en el apartamento. La nieta
añadió que al parecer, Acosta intervino para tratar de impedir que el asesino
matara a su hija, pero el sujeto las apuñaló a las dos múltiples veces.
Las
dos, fueron declaradas muertas en la escena donde murieron por las heridas de
las estocadas mortales que recibieron.
La
policía dice que Rodríguez, de 59 años, apuñaló a muerte a las mujeres el
sábado por la tarde después de una discusión con Martínez y es buscado con una
orden de arresto por una orden judicial
que lo acusa de asalto a mano armada con fines de asesinato en otro caso no
relacionado con los homicidios de las dominicanas, según los registros
judiciales.
Berrios
y su madre, Desiré Berrios, hija de Acosta y hermana de Martínez encontraron a
las víctimas muertas en el apartamento el sábado en la tarde.
“Estamos
tratando de hacer lo mejor que podemos para mantenernos unidos como familia”,
dijo Berrios, de 28 años. “Solo esperamos que atrapen a este tipo lo antes
posible.
“Queremos
que este hombre esté tras las rejas para que se haga justicia y nunca más
vuelva a lastimar a alguien de esta manera”, añadió la nieta y sobrina.
El
edificio es uno de los dos complejos habitacionales cuyos apartamentos están
destinados para personas mayores y son administrados por la Autoridad de
Vivienda de Worcester.
Acosta
había vivido en el edificio durante 20 años, según su nieta Berríos, mudándose
allí poco después de emigrar a Estados Unidos desde República Dominicana, donde
nació.
Desde
2022 su hija mayor, Ana María Martínez, ha sido la cuidadora de la mujer de 76
años. Berríos elogió la devoción de Martínez para atender a Acosta.
“Ella
estaba allí todos los días, de domingo a sábado”, dijo Berrios. “Incluso si se
iba de vacaciones, se llevaba a mi abuela con ella.
“Estaban
unidas por la cadera”, relató la nieta. Acosta tenía ocho bisnietos, dos de las
hijas de Berríos.
“Era
una mujer muy extrovertida que cuidaba y amaba a sus hijos, nietos y bisnietos
con toda su alma”, añadió Berrios. “Me llamaba todos los días y me preguntaba
por mis hijas, pidiéndome que las trajera”.
Dijo
que es desgarrador pensar que cada vez que
pasaba por los edificios, sus pequeños le pedían ver a su abuela y a su tía,
tía abuela.
Narró
que ella y su madre habían intentado comunicarse con las mujeres toda la mañana
del sábado ya que habían planeado ir a una fiesta por la tarde.
Pero
al no obtener respuesta, decidieron ir a revisar el apartamento de Acosta. Dijo
que su madre fue la primera en entrar al apartamento en el noveno piso.
“Tan
pronto como la escuché gritar y caer al suelo, supe que no estaba bien”, dijo
Berríos. Las mujeres hicieron una llamada al 911 a la 1:00 de la tarde del
sábado.
Acosta
y Martínez fueron declaradas muertas poco después de que llegaran los paramédicos.
Berrios
dijo que su madre está devastada.
Añadió
que la familia se enteró de que Martínez había formado una relación con
Rodríguez y que ella había tratado de ponerle fin.
Berrios
está convencida de que su abuela intervino cuando su hija fue atacada y
describió cortes en sus brazos que, según ella, indicaban que había tratado de
defenderse del atacante.
“Todos
sabíamos que Ana era su favorita”, dijo Berrios. “Pero lo habría hecho por
cualquiera de sus hijos, cualquiera de sus nietos y por alguno de sus
bisnietos”.
El
fugitivo cuya última dirección conocida es el edificio 40 de la calle Belmont en Worcester, había cumplido una pena
de cárcel por el asesinato de su ex esposa, Carmen L. Rodríguez de lo que se
declaró culpable.
Después
de asesinar en 2004 a su esposa se declaró culpable de homicidio y fue
sentenciado a entre 15 y 20 años de prisión en 2007, recordó el ´periódico
local Telegram & Gazette de Worcester.
Rodríguez
y su ex esposa Carmen L. Rodríguez, entonces de 34 años, trabajaban en un hotel
de la calle Plantation.
"Como
familia, realmente queremos que atrapen a este hombre", dijo Berrios.
"Él le hizo lo mismo en 2004 a su esposa, la madre de sus tres hijos.
Nuestro temor es que pueda hacerle lo mismo a otra familia, queremos que este
hombre esté tras las rejas para que se haga justicia y nunca más vuelva a
lastimar a alguien de esta manera”.
La
policía de Worcester alertó el domingo que a Rodríguez se le considera peligroso
y está armado.
Es
descrito como de raza hispana midiendo 6 pies y 2 pulgadas de alto, 180 libras
de peso, con cabello gris y ojos marrones, cabello gris y ojos marrones.
Los
detalles de la policía sobre los asesinatos fueron escasos, pero las autoridades lo están
calificando de incidente doméstico.
"Este
hombre conocía a mi abuela porque su papá vivía en el edificio donde ella vivía
y por ahí fue también que conocía a mi tía", dijo Berrios.
"Nosotros
solo queremos que él se entregue porque nosotros lo perdonamos, la justicia
divina es más grande. Ya lo hizo una vez, él está acostumbrado, que Dios tenga
misericordia de él", dijo Johanna Reyes Acosta, parienta de las víctimas.
Berrios
tiene la certeza de que el hombre es el responsable por sus muertes, ella
asegura que Rodríguez reaccionó de tal forma, porque su tía, se negó a tener
algo con él, que no fuera una relación amistosa.
“Si
no lo meten a la cárcel, va seguir haciendo esto ya van dos familias destruidas
¿cuántas más familias necesitamos que tengan un dolor así?, cuestionó Berrios.
El
Telegram & Gazette informó en su momento que Rodríguez inicialmente había
sido acusado de asesinato en primer grado por la muerte a puñaladas en 2004 de de
su ex esposa.
La
víctima había presentado una orden de alejamiento contra su marido alegando que
Rodríguez la había amenazado con matarla porque no quería estar con él.
Fue
asesinada 12 días después en la cocina del hotel Beechwood, donde ambos
trabajaban.
La
fiscalía del distrito dijo el lunes que Rodríguez fue puesto en libertad
condicional el 7 de junio de 2019.
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