NUEVA
YORK._ El ex oficial de la Marina de Estados Unidos (US Navy/Marine) de origen dominicano Richard Rojas, de 31 años
de edad, quien el 18 de mayo 2017 aró
con su vehículo aceras en Times Square matando una turista adolescente de
Michigan y dejando a 20 transeúntes heridos, sabía que estaba sufriendo de una
enfermedad mental y se declaró loco ante familiares.
NUEVA
YORK._ El ex Marine de origen dominicano
Richard Rojas se declaró loco ante familiares antes de matar una turista y
herir a 20 transeúntes el 18 de mayo 2017 en Times Square por lo que es
enjuiciado en la Corte Suprema Estatal en Manhattan. (Fuente externa).
La revelación surgió ayer miércoles en el juicio que se le sigue por asesinato y otros múltiples cargos en un testimonio ofrecido en el estrado por su tío, Ramón Reyes, quien aseguró que le ofreció ayudarlo pero que el sobrino desapareció.
“¿Sabes
que estoy loco y no me están dando la ayuda que necesito?”, le dijo Rojas a su
tío en una conversación entre ambos antes de arrasar con los turistas y
transeúntes para después caer con su vehículo virado de donde salió como un
endemoniado, diciéndoles a los policías que quería matarlos a todos.
Otros
familiares de Rojas testificaron que el ex Marine, se la pasaba diciendo que
escuchaba voces, que había aviones persiguiéndole para regarle un polvo en su
cuerpo y que las comidas que le servían estaban envenenadas.
Rojas,
de 31 años, es acusado además de asesinato, de asalto, conducción temeraria, manejar un
vehículo bajo efectos narcóticos y de alcohol, enfrentando también una lluvia
de demandas civiles de las víctimas.
El
juez del caso Daniel Conviser de la Suprema Corte Estatal en Manhattan, explicó que dada la condición mental de Rojas,
podría haber un dictamen paradójico de los jurados quienes por un lado encontrarían a Rojas culpable, y por el otro el acusado
carecía de responsabilidad por razón de enfermedad o defecto mental.
El
magistrado dijo que si los jurados fallan con la segunda hipótesis enviaría a
Rojas a someterse a programas de salud mental y control de ira, en vez de
condenarlo a la cárcel.
La
declaración del juez es atípica y ha sorprendido a muchos debido a que no es
usual que un magistrado en Estados Unidos adelante un posible dictamen de los
jurados, aunque debe basarse en las leyes vigentes sobre la materia.
Los
fiscales admiten que Rojas tuvo algunos problemas mentales y que el motivo del
ataque no está claro, pero sostienen también que el acusado había llevado una
vida más normal que desquiciada, sirviendo en el ejército, obteniendo una
licencia de bienes raíces, haciendo amigos, y que no cumple con el estándar de
locura necesario para liberarlo de responsabilidad.
Dicen
que tuvo varias oportunidades de detener su automóvil en un día bullicioso en
Times Square, pero siguió adelante sin piedad hasta que se estrelló.
"Era
imposible para él no saber exactamente lo que estaba sucediendo", dijo el
fiscal adjunto Alfred Peterson al jurado.
Un
testigo clave del abogado defensor de Rojas es el doctor Ziv Cohen, psiquiatra de la facultad de
medicina de la Universidad de Columbia y del Weill Cornell Medical College
quien asegura que el acusado sufre
de esquizofrenia.
“A
diferencia de los trastornos psicológicos más comunes, la esquizofrenia es una
enfermedad cerebral, por lo que es un desequilibrio químico en el cerebro que
hizo que Rojas fuera propenso a las alucinaciones”, testificó Cohen.
Relató
que mientras Rojas estaba en la Marina comenzó a escuchar voces, una de ellas
de una surrealista de su imaginación que bautizó como "Santiago", figura sobrenatural y
que era como un Dios que tenía información especial.
El
día de los atropellos en Times Square, según Rojas, “Santiago” le dijo que necesitaba estrellar su auto contra los
espíritus a su alrededor para enviarlos al cielo y liberarse de la tortura que
estaba experimentando como parte de su
psicosis, explicó el psicólogo.
"En
cierto punto, la psicosis se vuelve tan grave que ya no puede controlar su
comportamiento", explicó el especialista.
Rojas
fue dado de baja de la Marina en 2014, por decisión de un Consejo de Guerra que
lo enjuició por atacar a golpes a un taxista.
Wilmer
Veras, hermano de Rojas también declaró a los jurados que el ex Marine estaba
obsesionado en la creencia de que era perseguido y vigilado por seres del más
allá.
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