NUEVA YORK._ Fernando Owens, un dominicano de 50 años de edad acusado por el secuestro y asesinato agravados, y quema del cadáver de Ashley Bortner en noviembre 2015 y que fue extraditado desde la República Dominicana, donde huyó enfrenta cadena perpetua en la Corte Criminal de New Hampshire, mientras ayer miércoles uno de sus cómplices, Julian Squires fue sentenciado a la misma pena.
Owens fue arrestado en marzo 2016 en la República Dominicana y entregado a alguaciles de los Estados Unidos y policías de New Hampshire que lo trajeron de vuelta a Estados Unidos.
Squires,
de 48 años, un residente en Manchester (new Hampshire) fue declarado culpable por asesinato y otro de
secuestro luego de un juicio de 10 días, dijo el fiscal del distrito de
Plymouth, Timothy J. Cruz, en un comunicado.
Los
investigadores dicen que Owens asesinó a la mujer con el apoyo de Squires y su
esposa, la que también es acusada en el expediente, en tanto el dominicano está
a la espera de un juicio en el que desafiará a los fiscales.
El
cadáver de Bortner quien era nativa de Nueva Jersey y de 29 años de edad, fue
tirado cerca de las vías de un tren en la ciudad de Bridgewater en
Massachusetts luego de ser secuestrada y asesinada Owens, quien según versiones
creyó participó en el asesinato de su hijo, Dominic Owens y lo hizo por
venganza.
La
policía de Bridgewater recibió una llamada al 911 a las 11:40 d
e la noche el 3
de noviembre de 2015 y respondió a un incendio que ardía en el lado oeste de
las vías del tren MBTA, luego de que un residente cercano informó haber visto a
tres personas en la oscuridad a bordo de un vehículo SUV de colores con sus
faros encendidos a lo largo de las vías.
Los
policías descubrieron rápidamente que el incendio era en realidad un cuerpo
humano en llamas, y la víctima fue identificada posteriormente como Ashley
Bortner de Nueva Jersey.
La
policía dice que Bortner tenía quemaduras en más del 70% de su cuerpo y había
sido amordazada con su propia ropa, con la cara envuelta en una toalla. Fue
encontrada en un edredón (frisa acolchada), con las manos y los pies atados a
la espalda y un cable eléctrico envuelto alrededor de su cuello.
La
policía allanó la residencia de Owens quien residía en Dorchester,
Massachusetts incautando artículos que lo vinculan con el asesinato, incluyendo
toallas de baño de algodón egipcio similares a las que con las que envolvió la
cara de la víctima, y un cable eléctrico que la policía dice que es el mismo
al encontrado alrededor del cuello de Bortner.
Owens
fue capturado por las autoridades de la República Dominicana después de que
huyó de los Estados Unidos tras el asesinato. En el juicio, los fiscales
presentaron pruebas de que Squires estaba en Bridgewater en el momento de la
llamada al 911 y ayudó a Owens a matar y deshacerse del cuerpo de Bortner.
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