NUEVA YORK._ Los 47 dominicanos y dominicanas que perecieron como víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre del año 2001 en Nueva York y que en su mayoría eran trabajadores y empleados de compañías, empresas y restaurantes de las torres gemelas, siguen siendo olvidados por las autoridades oficiales y las instituciones de la comunidad a 20 años de la tragedia.
NUEVA YORK._ Parte de los 47 dominicanos que murieron en la asonada terrorista de Al Qaeda el 11 de septiembre 2001. (Fuente externa)
Aunque se dan cifras diferentes, oficialmente la Oficina del Médico Forense de la ciudad, situó la cantidad de dominicanos y dominicanas muertos en 47.
Los
gobiernos de la República Dominicana nunca han pedido un registro de la
cantidad exacta a través de sus instituciones representativas en Nueva York.
Un
equipo de técnicos y otros empleados de la entonces Compañía Dominicana de
Teléfonos (CODETEL), todos residentes en
el Alto Manhattan, que trabajan en la torre Norte, se salvaron cuando el
vehículo en el que se transportaba se averió en la autopista Henry Hudson
Parkway a la altura de la calle 86, según testimoniaron algunos de ellos
después de los ataques.
Los
criollos, de los que una gran parte laboraban en el restaurante “Windows on the
World”, donde estuvo en un deesayuno el entonces presidente Hipólito Mejía tras
ser electo en el 2000 y uno de los más impresionantes establecimientos de su
género en el mundo, murieron junto a otras miles de víctimas, cuando en las
primeras horas de la mañana del fatídico día, cuatro aviones fueron impactados
contra las estructuras provocando el derrumbe de estas.
Para
la fecha, en el entonces cónsul general Luis Eludis Pérez en el Gobierno del
PRD del presidente Hipólito Mejía trabajó junto a familiares de los criollos
caídos, pero desde ese momento, el contacto con los deudos no ha pasado de ahí.
El
consulado general dominicano ofreció orientaciones, contactos e informaciones a
los deudos de las víctimas a través de la oficina de asuntos comunitarios que
estaba a cargo de la señora Mónica Lockward, pero a seis años de la tragedia
que cambió la vida de toda una nación, más nada se ha hecho en relación a las
víctimas dominicanas.
Al
igual que los 47 criollos, cientos de otros latinos que también trabajan en las
torres cayeron a consecuencia del ataque.
Que
se recuerde, a 20 años de conmemoración, los
muertos dominicanos del 11 de
septiembre del año 2001 y a diferencia de las víctimas del vuelo 587, nunca han
tenido un lugar especial donde sus familiares y amigos, puedan recordarlos y
rezarles en tributo a sus memorias.
Las
autoridades del Gobierno, ni las instituciones comunitarias han dispuesto de un
lugar donde esas víctimas puedan ser recordadas de manera permanente.
Probablemente
sus nombres son leídos anualmente en las ceremonias organizadas por la alcaldía
de Nueva York y la gobernación del estado, pero en esas actividades nunca se
identifican las víctimas por sus nacionalidades.
Una
de muchas especulaciones y anécdotas que se hacen en torno a la destrucción de
las torres, es la de que todos los empleados de una oficina que mantenía allí
la desaparecida Compañía Dominicana de Teléfonos (CODETEL), pudieron salvar sus
vidas, gracias a que el vehículo que los transportaba juntos y diariamente al
trabajo se daño en la autopista Henry Hudson Parkway, por lo que no pudieron
llegar a tiempo a la torre Norte, donde estaba situado un centro de operaciones
satelital de CODETEL.
Tan
olvidados están los dominicanos muertos en ese ataque que incluso, en el
consulado general dominicano, fue imposible conseguir los nombres de las
víctimas.
Un
sitio Internet que se define como "oficial" con informaciones acerca
del 11 de septiembre del 2001, consigna a un solo dominicano en un listado en
el que aparecen la cantidad presunta de víctimas por nacionalidades y estados.
0 Comentarios