NUEVA
YORK._ La noche de ayer lunes 9 de
agosto 2021 a nueve días de la muerte del merenguero Johnny Ventura y durante
la celebración de la misa novenaria convocada por el consulado general en esta
ciudad, la iglesia episcopal de la Santa Cruz (Holyrood Cross Church) en la
avenida Fort Washington y calle 179 en el Alto Manhattan, se convirtió por
ratos en un salón de fiesta.
NUEVA YORK._ Dominicanos bailaron merengues de Johnny Ventura durante la misa novenaria en su memoria convocada por el consulado general en la iglesia episcopal de la Santa Cruz en el Alto Manhattan la noche de ayer lunes 9 de agosto 2021. (Fotos Miguel Cruz Tejada).
En el oficio religioso presidido por el sacerdote puertorriqueño Luis Barrios y quien autorizó que en el templo se escucharan merengues de Ventura en el desarrollo de la misa, numerosas dominicanas y dominicanos se pararon de sus asientos para bailar la música del fallecido icono, comenzando con el merengue “Te lo doy”, un espectáculo nunca antes visto en templos religiosos de Nueva York.
Mientras
bailaban gritaban “¡Viva Johnny Ventura!”.
Desde
el lado izquierdo de las filas de los bancos, el cónsul general Eligio Jáquez,
el doctor Rafael Lantigua, otros funcionarias y las demás sentadas en la misma
línea, se movían de pie al ritmo de la contagiosa música de Ventura, mientras
el padre Barrios, párroco de la iglesia, los seguía con movimientos desde el
púlpito.
La
misa, que se inició poco después de las 6:00 de la tarde contó con la presencia
de docenas de dominicanos que exhibían pequeñas banderitas dominicanas como
parte de los homenajes que la diáspora viene rindiéndole a Ventura desde el día
de su muerte.
Jáquez
fue llamado al altar por el párroco que fue adornado con una foto a gran tamaño
de Ventura, banderas dominicanas y flores blancas y pencas verdes que semejaban
las clásicas palmeras de la República Dominicana.
Más
que una ceremonia lúgubre, el padre Barrios logró convertir el oficio en una
festividad de recordación, memorable y musical que encajó, como dijo en la homilía,
en el concepto que siempre va a representar Johnny Ventura.
El
padre dijo que los merengues sonaban porque se estaba celebrando la vida de
Johnny Ventura.
Jáquez
expuso su relación de décadas con Ventura desde que en 1982 ambos eran
diputados del PRD durante el Gobierno del doctor Salvador Jorge Blanco.
Dijo
que a pesar de los compromisos nacionales e internacionales de Ventura como
artista y en ese momento una de las figuras más cotizadas en el país y el
extranjero, nunca dejó de cumplir sus responsabilidades como legislador.
“Johnny
tuvo el más espectacular resultado de una iniciativa artística que haya tenido
dominicano alguno”, añadió el cónsul.
Recordó
el reportaje del periódico New York Tomes titulado “Muere en República
Dominicana el Elvis Presley del Merengue” y añadió que también se publicó una
fotografía de Johnny Ventura en una parada de un tren en Copenhague anunciando
la muerte del más popular artista
merenguero de la República Dominicana.
“Johnny
Ventura nos enseñó a bailar, nos enseñó a valorar y respetar el derecho, a ser
responsables, me toca decirlo porque fuimos compañeros en la Cámara de
Diputados en el periodo 1982-86”, agregó.
Jáquez
reseñó también que el doctor José Francisco Peña Gómez quiso que Ventura fuera
su sustituto (vice alcalde) en el alcaldía del Distrito Nacional en Santo
Domingo y le tocó a él darle la información al merenguero.
“Compartí
con él mucho tiempo y disfruté de su lozanía, de su alegría sin par, su amistad
sincera, él nos enseñó todas esas cosas”, relató el cónsul.
“Pero
también nos enseñó a bregar con su ausen
cia, esos son los designios de la
providencia, más adelante, estando como lo está al lado de Dios, nos estará
esperando a todos nosotros para entonces hacer una gran rumba en el cielo,
cantándonos a todos nosotros y poniéndonos a gozar como nos han puesto un par
de merengues de él en el día de hoy”, dijo.
Jáquez
agradeció desde el púlpito el apoyo para la misa del padre Barrios, de quien
dijo, no chistó cuando se le pidió que oficiara el servicio religioso.
“Resucitemos
a Johnny Ventura siguiendo su ejemplo”, pidió el padre Barrios a los
dominicanos.
El
contenido de la homilía se basó en metáforas conectadas al meta mensaje del
merengue “El Tabaco es fuerte pero hay que fumárselo”, del que el sacerdote
dijo Ventura lo escribió como una advertencia en el Gobierno represivo del fenecido
doctor Joaquín Balaguer, presidente de la República Dominicana (1960-1962,
1966-1978 y 1986-1996), donde la represión estaba a la luz del día.
El
cura dijo que se fue de Puerto Rico a República Dominicana cuando tenía 19 años
y se sumó al movimiento revolucionario trabajando en barrios populares de Santo
Domingo, capital de ese país caribeño.
Usó
el referido merengue en su mensaje para equiparar el significado de las letras
del tema musical con las responsabilidades que se deben asumir en la vida y
ante los pueblos.
Criticó
a quienes se niegan a eso.
Durante
el oficio fueron leídos pasajes del evangelio cristiano a cargo del periodista
Erasmo Chalas Tejeda, director de Prensa y Comunicaciones del consulado y una
funcionaria de la sede consular.
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