NUEVA YORK._ Los familiares del señor Rafael Díaz (Rafelo), de 60 años de edad asesinado a machetazos el 29 de noviembre en el ensanche Quisqueya de Santo Domingo por el médico Jean Carlos Duluc Paulino, de 30, rechazaron el argumento de que lo mató en defensa propia, diciendo que fue un asesinato a sangre fría y pidiendo la pena máxima de 30 años para el matador.
NUEVA
YORK._ Rafael Díaz (Rafelo), asesinado en el ensanche Quisqueya por el médico
Jean Carlos Duluc Paulino (derecha) y cuyos familiares rechazan defensa propia
pidiendo la pena máxima. (Fuente externa).
El galeno, quien residía en un apartamento propiedad de la madre de la víctima, asesinó a Díaz en medio de una discusión después que ambos hombres se mantuvieron en disputas por el perro del homicida y una interrupción de la electricidad en el apartamento de Díaz, quien alegó que el victimario había conectado ilegalmente cables para mantener el agua en una cisterna usando la conexión de la casa #75 en la calle Doctor Mario García Alvarado,
La
señora Josefina Díaz, hermana de la víctima y residente en Jamaica (Queens), en
una entrevista anoche con este reportero, señaló que el abogado del médico encarcelado con tres meses de coerción, está
usando la estrategia con el falso argumento de defensa propia, lo que no es
cierto.
Dijo
que la única testigo del crimen, una mujer que fue a cocinarle a su hermano,
mientras los demás parientes estaban en Higüey, el día del asesinato, testificó
que el médico fue armado con el machete a provocar a Díaz, gritándole que llevó
el arma para usarla contra el difunto.
Díaz
buscó dos piedras y supuestamente la tiró una a Duluc Paulino, pero
evidentemente uno se acercó al otro y fue entonces, cuando el médico le dio el
primer machetazo en una pierna a Díaz, quien cayó al suelo, donde el galeno le
fue encima y lo remató con otro machetazo en la cabeza.
La
hermana dice que la cocinera no puede precisar con exactitud el tema de la
discusión ni el momento exacto del asesinato.
La
hermana dijo que Díaz, quien también residió por muchos años en Nueva York, se
fue de retirada a la República Dominicana, donde procreó a dos niñas de 5 y 3
años, y llevaba siete años viviendo en su país natal.
“Queremos
que se haga justicia con este asesinato que claramente fue intencional y
brutal, especialmente por parte de un médico supuesto a salvar vidas, pero
cuando mi hermano cayó con el primer machetazo, él lo que hizo fue rematarlo
con la segunda estocada estando en el suelo”, relató la señora Díaz.
Explicó
que su madre, una hermana y el muerto vivían en Estados Unidos, pero se
retiraron adquiriendo una propiedad en el ensanche Quisqueya, donde
construyeron el edificio de apartamentos de dos plantas y tienen dos casas.
El
médico, rentó el apartamento en el que residía y llevó al perro sin
autorización de los propietarios que restringen las mascotas, lo que originó el
enfrentamiento con Díaz, que vivía en la unidad de abajo y se mantenía
intranquilizado por los ladridos y movimientos del canino, exigiéndole a Duluc
Paulino que se deshiciera del animal, a lo que el matador se negó.
Señaló
que su hermano mayor también construyó apartamentos en la parte de arriba,
donde rentó el médico.
“Ahí
comenzaron los problemas con el bendito perro de gran tamaño que no dejaba a mi
hermano dormir y molestaba”, agregó.
Dijo
que su hermano tenía temor de que el perro pudiera atacar a las niñas,
especialmente a la de 5 años. “El perro se soltaba frecuentemente y la niña
estaba temerosa, los problemas siguieron aumentando”.
La
hermana le cedió su casa para que Díaz se mudara y se alejara del médico, pero
allí siguieron los problemas cuando la factura de electricidad comenzó a
aumentarle y se dio cuenta de que el
médico conectó la cisterna usando la energía de la casa, lo que radicalizó las
discusiones.
“Lo
de la cisterna complicó y agravó la situación después que mi hermano la
desconectó, aumentando los problemas. El médico se paraba delante provocándolo
y discutiendo constantemente, lo que hizo más agresivas las discusiones”,
agregó.
Contó
que su hermano estaba muy triste porque la madre estaba muy enferma en Nueva York,
por lo que decidieron visitarlo para el Día de Acción de Gracias (Thanks
Giving) y confortarlo.
Estando
en Higüey recibió una llamada en la que le dijeron que su hermano había tenido
un accidente. Ningún otro familiar estaba en la escena del crimen.
Narró
que la sirvienta escuchó cuando el médico le vociferaba cobarde a Díaz y lo
conminaba a salir de la casa advirtiéndole que tenía el machete para él (la
víctima).
“El
médico dice que mi hermano le dio una pedrada en un pie, pero está enyesado en
una mando”, dijo la señora Louis.
“Se
dan casos en que personas se golpean ellas mismas
para acusar a otros”, señaló.
A
pesar de que escuchó parte de la discusión previa al asesinato de Díaz, y vio
al médico amenazándolo con el machete, la cocinera fue descartada como testigo.
Dijo
que el médico apeló la coerción de los tres meses y se enfrentará en un juicio,
la prisión preventiva concluye en marzo 2021.
“Queremos
que le caiga todo el peso de la ley, porque asesinó a un padre que dejó dos
niñas huérfanas y si él, es doctor, tiene que saber que no podía matar a una
persona de esa manera”, añadió.
“No
fue en defensa propia, con el primer machetazo en la pierna, mi hermano cayó y
se desnucó y luego le dio el segundo en la cabeza con lo que acabó de matar”,
sostiene.
“Ese
médico tiene que pagar, queremos justicia”, insistió. “Tiene que ser condenado
a la pena máxima de 30 años, no hubo defensa propia, porque mi hermano ya
estaba en el suelo”, indicó.
Explicó
que después de pasar por varios problemas como la enfermedad de su madre, el
asesinato y el funeral de su hermano, ahora es tiempo de enfrentar lo que pueda
pasar con el asesino.
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