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RESUMEN



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El doctor Eduardo Rodríguez de NYU dijo que es el mayor trasplante de tejidos en la historia
Cirujano de origen cubano trasplanta cara de ciclista muerto en NY a bombero de Mississippi





Miguel Cruz Tejada



NUEVA YORK._ El reconocido cirujano plástico de origen cubano Eduardo Rodríguez, director de cirugía del hospital de la Universidad de Nueva York (NYU), logró trasplantar la cara de un ciclista muerto en un accidente en Brooklyn, al bombero de Mississippi, Patrick Hardison de 41 años de edad y quien había perdido el rostro, después que le cayera un techo, cuando combatía un fuego.

NUEVA YORK._ El doctor Eduardo Rodríguez logró trasplantar la cara del  ciclista David Rodebaugh (izquierda) muerto en Brooklyn al bombero de Mississippi, Patrick Hardison (derecha) en una operación que duró 26 horas.

El incendio ocurrió hace 14 años y la cara del bombero quedó totalmente desfigurada al tratar de salvar a víctimas de un incendio en su casa.
El bombero recibió con el trasplante que duro 26 horas, una segunda oportunidad para llevar una vida "normal", gracias al nuevo rostro que pertenecía al ciclista de Brooklyn.
El doctor Rodríguez dijo que Hardison, se convirtió en el beneficiario del más extenso trasplante de cara jamás hecho en el mundo, cuando los cirujanos plásticos en NYU Langone Medical Center, fueron capaces de utilizar una donación de un hombre que murió en un accidente de motor en julio.
"¡Es mía!", le dijo Hardison a la revista New York sobre su nueva cara, en una entrevista publicada este lunes 16 de noviembre de 2015, sobre su transformación.
El galeno le prometió al bombero  que iba a "convertir en un hombre normal" cuando se conocieron en 2012.
El médico buscó un donante adecuado, y dos veces tuvo falsas alarmas. Luego el 12 de agosto, Rodríguez le dijo a Hardison que había encontrado el donante potencial aún más adecuado para la operación.
El donante fue David Rodebaugh, que pertenecía a  un club de ciclismo y trabajó como mecánico en el taller “Red Lantern” en Fort Greene (Brooklyn).
El 22 de julio, el ciclista de pelo largo y espesa barba y  con 26 años de edad, se dirigía a su casa en su último día de trabajo después de haber sido despedido por faltar en varias ocasiones.
Amigos de Rodebauch dijeron que estaba corriendo en su bicicleta en la avenida Franklin, cuando un peatón entraba en su camino y se estrelló contra el pavimento. No llevaba un casco protector.
Después de perder la conciencia durante varias semanas, Rodebauch cayó en coma y nunca despertó.
Poco después fue declarado muerto, mientras el  bombero Hardison estaba en una mesa de operaciones, donde los cirujanos eliminaron el resto de su cara.
El doctor Rodríguez, quien es el director de cirugía plástica en la NYU, quitó metódicamente el rostro al muerto durante más de 12 horas, un  procedimiento que había pasado años perfeccionando en cadáveres y animales.
Hubo algunos contratiempos menores, incluyendo una pérdida de sangre mientras él estaba conectando características del muerto a la cara del bombero, así como una gran cantidad de hinchazones. La operación consistió en la mayor cantidad de tejido facial que jamás haya sido trasplantado en la historia de la medicina.
El bombero ha avanzado antes de lo previsto, y ya es capaz de esbozar  una sonrisa. Mientras tanto, su familia se está acostumbrando a su nueva cara, a pesar de que tendrá tiempo para sus hijos.
"No importa qué tan grande sea un milagro médico, eso no hace que sea cómodo para sus hijos", dijo su ex esposa, Chrissi, quien comparte dos vástagos con el bombero.
"Todavía está teniendo que adaptarse a la cara de otra persona en su cuerpo", añadió la mujer.
Hardison todavía tiene retos, como el dolor del injerto en su cara y el peligro de que su metabolismo rechace el rostro del muerto. De las 30 personas que han tenido trasplantes de cara, cinco han muerto a causa de rechazo, según reportó la revista.



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